martes, 29 de septiembre de 2009

Miguel, Gabriel y Rafael, Arcángeles


Son los nombres con que se presentan en la Sagrada Escritura estos tres príncipes de la corte celestial.

Miguel aparece en defensa de los intereses divinos ante la rebelión de los ángeles malos; Gabriel, enviado por el Señor a diferentes misiones, anunció a la Virgen Maria el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su maternidad divina; Rafael acompañó al joven Tobías cuando cumplia un difícil encargo y se ocupó de solucionar difíciles asuntos de su esposa.

Actualmente, se habla mucho de los ángeles: se encuentran libros de todo tipo que tratan este tema; se venden "angelitos" de oro, plata o cuarzo; las personas se los cuelgan al cuello y comentan su importancia y sus nombres. Hay que tener cuidado, pues se puede caer en dar a los ángeles atribuciones que no les corresponden y elevarlos a un lugar de semidioses, convertirlos en "amuletos" que hacen caer en la idolatría, o crear confusiones entre lo que son las inspiraciones del Espíritu Santo y los consejos de los ángeles.

Es verdad que los ángeles son muy importantes en la Iglesia y en la vida de todo católico, pero son criaturas de Dios, por lo que no se les puede igualar a Dios ni adorarlos como si fueran dioses. A pesar de que están de moda, por otro lado, es muy fácil que nos olvidemos de su existencia, por el ajetreo de la vida y principalmente, porque no los vemos. Este olvido puede hacernos desaprovechar muchas gracias que Dios ha destinado para nosotros a través de los ángeles.

Por esta razón, la Iglesia ha fijado dos festividades para que, al menos dos días del año, nos acordemos de los ángeles y los arcángeles, nos alegremos y agradezcamos a Dios el que nos haya asignado un ángel custodio y aprovechemos estos días para pedir su ayuda.

Fuente: es.catholic.net

martes, 22 de septiembre de 2009

Y Dios dijo...

Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
Si lloras, estoy deseando consolarte.
Si eres débil, te daré mi fuerza y mi alegría.
Si nadie te necesita, yo te busco.
Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
Si estás vacío, mi ternura te colmará.
Si tienes miedo, te llevo en mis brazos.
Si quieres caminar, iré contigo.
Si me llamas, vengo siempre.
Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
Si estás cansado, soy tu descanso.

Si pecas, soy tu perdón.
Si me hablas, trátame de tú.
Si me pides, soy don para ti.
Si me necesitas, te digo: "Estoy aquí, dentro de ti".
Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.
Si eres infiel, yo soy fiel contigo.
Si quieres hablar, yo te escucho siempre.
Si me miras, verás la verdad en tu corazón.

Si estás en prisión, te voy a visitar y liberar.
Si te marchas, no quiero que guardes las apariencias.
Si piensas que soy tu rival, no quiero quedar por encima de ti.
Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente, un niño.
Si estás excluido, yo soy afiliado.
Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.
Si no tienes a nadie, me tienes a mí.
Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.

Tomado del libro:
Vitaminas diarias para el espíritu.
Autor: Humberto A. Agudelo C.
Editorial Paulinas.
Mayor información
aqui.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Encuentro vocacional en el Hatillo


Queridas hermanas en días pasados hemos realizado un bonito encuentro en el Hatillo donde participaron las jóvenes Madian de Barquisimeto, Maribel y Luisenix de Valencia, el tema de dicho encuentro fue: “La Mirada de Dios”

Con mucho ánimo y total disponibilidad las jóvenes emprendieron esta experiencia el viernes 29 de agosto después de la cena, reflexionando sobre la mirada de Dios en los diferentes momentos de nuestra vida, para luego quedarse contemplando una imagen de Jesús de la cual extraerían la mirada de Dios que sentían sobre ellas.

El sábado dio inicio con una hermosa oración con el salmo 23 y la experiencia del Buen Pastor, como el conductor de nuestras vidas.

Luego de un suculento desayuno, las jóvenes compartieron la experiencia de Zaqueo en le evangelio de Lucas, y el como una mirada y la llamada de Jesús le hicieron cambiar su vida. Luego de un espacio para la reflexión personal, almorzaron para pasar a ver la proyección del film “La Virgen de Lourdes” para realizar un video foro, destacando la importancia de dejarse mirar por Dios desde la sencillez y respondiendo en humildad a su llamado.

Finalizó el encuentro con el desayuno del domingo, donde las participantes partieron animadas, deseosas de volver y continuar profundizando en la experiencia de Dios y la trascendencia que ésta tiene en sus vidas

domingo, 6 de septiembre de 2009

Natividad de la Santísima Virgen María

1. La liturgia nos recuerda hoy la Natividad de la santísima Virgen María. Esta fiesta, muy arraigada en la piedad popular, nos lleva a admirar en María niña la aurora purísima de la Redención. Contemplamos a una niña como todas las demás y, al mismo tiempo, única, la "bendita entre las mujeres" (Lc 1, 42). María es la inmaculada "Hija de Sión", destinada a convertirse en la Madre del Mesías.

2. Al contemplar a María niña, no podemos por menos de pensar en tantos niños inermes de Beslán, en Osetia, víctimas de un bárbaro secuestro y asesinados trágicamente. Se encontraban dentro de una escuela, lugar donde se aprenden los valores que dan sentido a la historia, a la cultura y a la civilización de los pueblos: el respeto mutuo, la solidaridad, la justicia y la paz. Ellos, en cambio, entre esas paredes experimentaron el ultraje, el odio y la muerte, consecuencias nefastas de un cruel fanatismo y de un insensato desprecio de la persona humana. En este momento, nuestra mirada se dirige también a todos los niños inocentes que, en las diversas partes del mundo, son víctimas de la violencia de los adultos. Niños obligados a empuñar las armas y educados a odiar y matar; niños forzados a mendigar por las calles, explotados para obtener fáciles ganancias; niños maltratados y humillados por la prepotencia y los abusos de los mayores; niños abandonados a sí mismos, privados del calor de la familia y de una perspectiva de futuro; niños que mueren de hambre; niños asesinados en los numerosos conflictos que se libran en diversas regiones del mundo.

3. Es un fuerte grito de dolor de la infancia ofendida en su dignidad. Ese grito no puede, no debe dejar indiferente a nadie. Amadísimos hermanos y hermanas, ante la cuna de María niña tomemos renovada conciencia del deber que todos tenemos de tutelar y defender a estas frágiles criaturas y construir para ellas un futuro de paz. Oremos juntos a fin de que se creen para ellos las condiciones de una existencia serena y segura.


SS. Juan Pablo II. Audiencia General, 8 de septiembre de 2004

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Estudiante de Lic. en Administración de Empresas en la Mención de Informática de la UNESR. Lider del departamento de Atención al Cliente de Tecnología Cima 24, CA. Amante de las carreras, la natación y el Mar.