QUERIDA LETI:
Cuantas cosas nuestros corazones desean decirte en este momento, sentimientos que emanan desde lo más profundo de nuestro ser, y cuando es así las palabras son pobres para expresar todo lo que se siente y de eso tú sabes.
Tu vida fue hermosa y la viviste a plenitud: Tus años en familia, tu vida de consagrada como mujer apóstol, mujer del Verbo, si Leti, fuiste mujer de la Palabra de tu amado Jesús y lo distes a través de revistas, libros, afiches, música e imagen y sobre todo lo diste a través de los rosaritos que hacías y con tanto amor vendías y regalabas, como muy bien dice la Semblanza que te hicieron en la Casa Generalizia, el mundo está lleno de tus rosaritos de peonías. Sabemos cuántas intenciones ponías en cada uno de ellos.
Iniciaste la presencia de las Hijas de San Pablo en esta tierra que tanto amaste
Estuviste en el Hatillo, Maracaibo, Barquisimeto, Puerto Rico, Valencia, estuviste en los inicios de la fundación en Santiago Rep. Dominicana, en la Com. De Centro Paulino tu comunidad del alma, y todo lo recordabas con mucho cariño y fervor apostólico.
Gracias Leti por tu alegría, por tu gusto de vivir por tu amor a la belleza, al orden, a lo bueno, a lo noble.
Jamás olvidaremos tu diligencia en el apostolado realizado hasta tus 91 años, fuiste la mejor vendedora del periódico, Iglesia hoy, no salía nadie de la Librería sin que lo comprara aunque fuera de la semana anterior, decías aquí siempre hay algo bueno para usted. No olvidaremos cuanto te gustaba la artesanía venezolana, las casitas ,que las tuyas siempre eran las más bonitas, la música, las hermosas canciones, jamás perdiste tu hermosa voz hasta el lunes cantaste una de tus canciones favoritas, Mamma.. No olvidaremos que eras una asidua oyente de Globovisión de Grado 33, Hum, quien hablara en la sala cuando tú y sor Lucía estaban oyendo esos programas, nos mandabas a callar o a salir de la sala con aquella autoridad que te caracterizaba, siempre tenías razón y realmente la tenías. Te recordaremos siempre como nuestra Leti, nuestra abogadita, nuestra bella dama, nuestra nonna, la Maestra, la principessa. Imaginate Leti, ahora eres Principessa en el cielo, solo tu.! Y oíremos siempre decirnos: “ustedes son bien frescas”.
Eh, querida en tus últimos años tu corazón se volvió realmente como el de los niños cantabas con gusto te gustaban las muñecos disfrutabas cuando se movían o bailaban y sabes que no miento cuando a veces te ponías caprichosa y voluntariosa, que bella fuiste!
Leti como el Señor fue bueno contigo, moriste como viviste, siempre dueña de ti misma, decías lo que sentías y pensabas, en ti no había doblez, viviste y moriste consciente de cada una de tus palabras y gestos, abandonada a Su Amor y a la protección de María Reina de los Apóstoles. El Señor fue bueno permitiendo que tus restos reposen en Venezuela tu tierra amada se realizó en ti lo que canta esa música tan hermosa que tanto te gustaba.
…” y si un día tengo que naufragar y un tifón rompe mis velas enterrad mi cuerpo cerca del mar en Venezuela…”
En nombre de todas las hermanas de la Delegación, de la Congregación y de la Familia Paulina de decimos GRAZIE, te quisimos mucho y te querremos siempre, intercede por Venezuela por esta situación particular que estamos viviendo que tenías tanto en tu corazón, intercede por todos nosotros en particular por las formandas y formandos de la Familia Paulina, para que podamos cantar como tu al final de nuestros días “Solamente una vez amé en la vida, solamente una vez y nada más”.
Tus Hermanas de la Delegación Venezuela-Pto.Rico-Rép. Dominicana
Cuantas cosas nuestros corazones desean decirte en este momento, sentimientos que emanan desde lo más profundo de nuestro ser, y cuando es así las palabras son pobres para expresar todo lo que se siente y de eso tú sabes.
Tu vida fue hermosa y la viviste a plenitud: Tus años en familia, tu vida de consagrada como mujer apóstol, mujer del Verbo, si Leti, fuiste mujer de la Palabra de tu amado Jesús y lo distes a través de revistas, libros, afiches, música e imagen y sobre todo lo diste a través de los rosaritos que hacías y con tanto amor vendías y regalabas, como muy bien dice la Semblanza que te hicieron en la Casa Generalizia, el mundo está lleno de tus rosaritos de peonías. Sabemos cuántas intenciones ponías en cada uno de ellos.
Iniciaste la presencia de las Hijas de San Pablo en esta tierra que tanto amaste
Estuviste en el Hatillo, Maracaibo, Barquisimeto, Puerto Rico, Valencia, estuviste en los inicios de la fundación en Santiago Rep. Dominicana, en la Com. De Centro Paulino tu comunidad del alma, y todo lo recordabas con mucho cariño y fervor apostólico.
Gracias Leti por tu alegría, por tu gusto de vivir por tu amor a la belleza, al orden, a lo bueno, a lo noble.
Jamás olvidaremos tu diligencia en el apostolado realizado hasta tus 91 años, fuiste la mejor vendedora del periódico, Iglesia hoy, no salía nadie de la Librería sin que lo comprara aunque fuera de la semana anterior, decías aquí siempre hay algo bueno para usted. No olvidaremos cuanto te gustaba la artesanía venezolana, las casitas ,que las tuyas siempre eran las más bonitas, la música, las hermosas canciones, jamás perdiste tu hermosa voz hasta el lunes cantaste una de tus canciones favoritas, Mamma.. No olvidaremos que eras una asidua oyente de Globovisión de Grado 33, Hum, quien hablara en la sala cuando tú y sor Lucía estaban oyendo esos programas, nos mandabas a callar o a salir de la sala con aquella autoridad que te caracterizaba, siempre tenías razón y realmente la tenías. Te recordaremos siempre como nuestra Leti, nuestra abogadita, nuestra bella dama, nuestra nonna, la Maestra, la principessa. Imaginate Leti, ahora eres Principessa en el cielo, solo tu.! Y oíremos siempre decirnos: “ustedes son bien frescas”.
Eh, querida en tus últimos años tu corazón se volvió realmente como el de los niños cantabas con gusto te gustaban las muñecos disfrutabas cuando se movían o bailaban y sabes que no miento cuando a veces te ponías caprichosa y voluntariosa, que bella fuiste!
Leti como el Señor fue bueno contigo, moriste como viviste, siempre dueña de ti misma, decías lo que sentías y pensabas, en ti no había doblez, viviste y moriste consciente de cada una de tus palabras y gestos, abandonada a Su Amor y a la protección de María Reina de los Apóstoles. El Señor fue bueno permitiendo que tus restos reposen en Venezuela tu tierra amada se realizó en ti lo que canta esa música tan hermosa que tanto te gustaba.
…” y si un día tengo que naufragar y un tifón rompe mis velas enterrad mi cuerpo cerca del mar en Venezuela…”
En nombre de todas las hermanas de la Delegación, de la Congregación y de la Familia Paulina de decimos GRAZIE, te quisimos mucho y te querremos siempre, intercede por Venezuela por esta situación particular que estamos viviendo que tenías tanto en tu corazón, intercede por todos nosotros en particular por las formandas y formandos de la Familia Paulina, para que podamos cantar como tu al final de nuestros días “Solamente una vez amé en la vida, solamente una vez y nada más”.
Tus Hermanas de la Delegación Venezuela-Pto.Rico-Rép. Dominicana