Para mi oración
CONFIANZA EN LA PRUEBA (Sir 2,1-6)
Hijo, si te decides
a servir al Señor,
prepara tu alma para la prueba.
Endereza tu corazón, sé firme,
y no te inquietes en el momento de la desgracia.
Únete al Señor y no te separes,
para que al final de tus días seas enaltecido.
Acepta de buen grado todo lo que te suceda,
y sé paciente en las vicisitudes de tu humillación.
Porque el oro se purifica en el fuego.
y los que agradan a Dios en el crisol de la humillación.
Confía en él y él vendrá en tu ayuda,
endereza tus caminos y espera en él. ¡Amén!
Para mi reflexión
En el primer domingo de Cuaresma, el evangelista Marcos nos impulsa con Jesús al desierto de las tentaciones. La tentación nace siempre donde hay una prueba por vivir. Para Jesús, la prueba no ha sido nunca una cuestión de valentía, sino de confianza. ¡Eso es todo! ¿De qué parte estamos frente a las grandes opciones de la vida? ¿Ante una misión sin fronteras? ¿Frente a una injusticia que no tiene sentido? ¿Frente a la maldad sin rostro? Jesús, frente a la tentación de eludir la cruz de su vocación de Hijo amado, ha elegido en cambio, fiarse de Dios. Fiarse también cuando las contradicciones del camino se hacen incomprensibles.
El primer domingo de Cuaresma, en otras palabras, nos dice, que cualquier cosa pudiera ocurrirte, ¡Confía!
La forma más alta del amor hacia Dios es justamente la confianza en sus senderos y en sus opciones.
En el desierto de la prueba adoramos en silencio al verdadero Dios.
Fuente: www.paoline.org