Llegamos a Jajó el sábado 13 de septiembre como a las 3:00 de la tarde, en la parroquia ya nos esperaba la mamá del Padre que es su secretaria, el Padre, y la señora que nos daría alojamiento, Jesús en el Santísimo Sacramento también nos esperaba pues en la parroquia se estaban celebrando las cuarenta horas con el Santísimo. Así que por unos instantes acompañamos a los que estaban allí en oración. También ese día aprovechamos de ambientarnos en esa hermosa montaña y prepararnos para las actividades del día domingo.
El Domingo todo comenzó desde temprano con la Adoración Eucarística y luego participamos de la Misa con la se concluyo el itinerario de las cuarenta horas y se celebro la fiesta de la Santa Cruz. Seguido de la misa salimos en procesión por los alrededores de la Iglesia con el Santísimo Sacramento y la Cruz florida.
El Domingo todo comenzó desde temprano con la Adoración Eucarística y luego participamos de la Misa con la se concluyo el itinerario de las cuarenta horas y se celebro la fiesta de la Santa Cruz. Seguido de la misa salimos en procesión por los alrededores de la Iglesia con el Santísimo Sacramento y la Cruz florida.
Terminada la celebración, nosotras (Hna. Elizabeth Vargas y Hna. Yenny Martínez) junto a las jóvenes del pueblo que participarían de la convivencia nos dirigimos al salón parroquial para la actividad ya programada. Estuvimos reflexionando sobre el video "El País de los Pozos" y junto a las jóvenes intentamos descubrirnos dentro del País de los Pozos tal como nos lo planteaban las imágenes del video; encontrar que había dentro de los pozos del video y que hay dentro de nuestro pozo. Reflexionamos también acerca del "agua" o las cosas con que llenamos nuestros pozos, que color tiene esa agua, de donde la sacamos, que interés ponemos por que sea cada día mejor... Nos miramos ante del manantial del País de los Pozos y tomamos conciencia de la presencia de Dios en nuestra vida como el gran manantial del agua viva.
Concluimos nuestro encuentro comprometiéndonos a ser fiel al proyecto de Dios en nuestra vida y nosotras prometimos que en diciembre volvíamos para un retiro... Visitamos algunos enfermos y compartimos con ellos la vida, la fe y la esperanza. El lunes temprano regresamos... con el corazón agradecido a Dios por todo lo que nos regala cada día.
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