Voluntarios anónimos, especialistas generosos, que arriesgan la vida tratando de canalizar el desastre humano y ambiental que podría fluir de una fusión de la central nuclear. Este gran testimonio que dentro de pocos días pasará a la sombra mediática, ha interpelado particularmente a la pequeña comunidad internacional de las Hijas de San Pablo (en la cual se encuentra también una hermana japonesa) de Borgo Angelico, Roma.
Las hermanas, como centinelas, se han subdividido las horas del día con una oración especial entrando así en una cadena solidaria orante, non-stop, para sostener el esfuerzo de quien en Japón lucha contra el tiempo y el grito de quien ha perdido todo (una intención especial va, ciertamente, en favor de la Familia Paulina japonesa).
Oración que se extiende también a otras partes del mundo, en particulares dificultades, especialmente Libia. Esta pequeña información quiere ser simplemente una condivisión de vida en la gran red del web.
Fuente: www.paoline.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario