sábado, 14 de agosto de 2010

Las cuatro ruedas del Carro Paulino vividas unitariamente.

El Carro Paulino es el método formativo propuesto por el beato Santiago Alberione para la familia Paulina. Alberione con esta imagen ofrece una comparación entre las posibilidades del ser humano con un vehículo de cuatro ruedas –equilibradas – hacen mover y dan sentido a la maquina.

Estas cuatro ruedas que activan y mueven al ser humano en su totalidad son: oración, estudio, apostolado y pobreza. Todas estas dimensiones vocacionales de la vida cristianas, cuya vivencia de manera unitaria llevan al ser humano a alcanzar la plenitud.

Estas “ruedas” deben constituir el eje de las actitudes del ser humano, y deben ser el punto central al momento de confrontación con la Palabra, durante el examen de conciencia y con el director espiritual. Los cuatro elementos como actuando a modo de “alineación y balanceo” para que el vehiculo sea confiable, estable, seguro, es decir, para que se desarrolle e plenitud la persona a través de la vivencia del mandamiento del amor.

Santidad (Vida de oración): Momento en cual nos confrontamos y transformamos a semejanza de Cristo, a quien seguimos. “La oración debe comprometer toda nuestra jornada y todo nuestro ser” (Pr PM, 1960)

Estudio: Vivir una actitud que nos permita aprender de todo, no por un deseo desordenado de aprender, sino como vía para alcanzar a Dios. Un aprendizaje que nos lleve a concebir “la mente de Cristo”. Es preciso una mete “puesta al día”, reflexiva, profunda, que examina todo y se queda con lo bueno, absteniéndose de todo mal.

Pobreza: Alberione descubre en la pobreza un potencial de crecimiento y transformación en Cristo: Se está contento, se posee la dicha cuando se llega al despojo total, a la perfección de la pobreza. “Feliz quien puede decir en el ocaso de su vida “Jesús solo!”(RA 12, 1957).

Apostolado: Una dimensión que es inherente a todo cristiano quien es misionero, testigo o apóstol. Esta dimensión que se refiere al trabajo, apunta de forma incisiva sobre una vida que transparenta lo que vive. A través del apostolado, Dios continúa creando y redimiendo al mundo.

Esta rueda (Apostolado) exterioriza la eficacia del estudio, de la oración y la pobreza. Es la “antena transmisora” que comunica al mundo los valores que la persona ha asumido y vive – o busca vivir – en plenitud. Esta rueda permite vivir unitariamente las dimensiones del Carro Paulino.

En la práctica, el “carro” que somos cada uno está dotado de libertad personal y debemos colaborar con Cristo (restaurador del carro) si queremos recuperar y vivir la unidad de nuestro ser, para llegar a ser “el hombre integro en Cristo”.

Fuente:
El carro paulino. Juan M Galaviz H SSP.
Alguien como tú. Verónica De Souza, fsp.

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Estudiante de Lic. en Administración de Empresas en la Mención de Informática de la UNESR. Lider del departamento de Atención al Cliente de Tecnología Cima 24, CA. Amante de las carreras, la natación y el Mar.