Sor M. Justine Mpaka Babeki es superiora delegada de Congo-Costa de Marfil. Desde el 6 de febrero al 4 de marzo de 2009, la Delegación recibió la “visita fraterna” de Sor Anna Caiazza y de Sor Samuela Gironi, consejeras generales. Sor M. Justine nos habla de la presencia de las Paulinas en Congo-Costa de Marfil y de los desafíos que se presentan hoy a la misión paulina.
Sor M. Justine, ¿nos presentas brevemente la realidad de tu Delegación?
Vivimos y operamos en una situación de guerra continua o de incerteza política, y esto nos hace decir con fe que nuestra presencia en estas tierras de misión, es querida por el Señor. De hecho, el “Yo estoy con ustedes” no es sólo una palabra carismática, sino una realidad que la tocamos. Cada una de nosotras, sintiéndose amada, elegida y enviada por Dios, vive y ejerce la misión en estas situaciones que requieren mucha fe, valentía y amor a la gente.
Nuestra Delegación cuenta con 32 hermanas profesas, de las cuales 23 son profesas perpetuas y 9 junioras; las comunidades son 4, las librerías 6 y los estudios radiofónicos 4. Las Paulinas de la República Democrática del Congo están al servicio de la evangelización y de la promoción humana, especialmente para la formación de los jóvenes y de los líderes de opinión.
Vivimos y operamos en una situación de guerra continua o de incerteza política, y esto nos hace decir con fe que nuestra presencia en estas tierras de misión, es querida por el Señor. De hecho, el “Yo estoy con ustedes” no es sólo una palabra carismática, sino una realidad que la tocamos. Cada una de nosotras, sintiéndose amada, elegida y enviada por Dios, vive y ejerce la misión en estas situaciones que requieren mucha fe, valentía y amor a la gente.
Nuestra Delegación cuenta con 32 hermanas profesas, de las cuales 23 son profesas perpetuas y 9 junioras; las comunidades son 4, las librerías 6 y los estudios radiofónicos 4. Las Paulinas de la República Democrática del Congo están al servicio de la evangelización y de la promoción humana, especialmente para la formación de los jóvenes y de los líderes de opinión.
50 años de presencia en Congo y 14 en Costa de Marfil son una realidad valiosa. Somos apreciadas por lo que somos, mujeres consagradas y por la calidad de los contenidos que ofrecemos no sólo por alimentar la fe, sino también por el crecimiento cultural y humano de nuestros destinatarios.
La conciencia de nuestro carisma en su expresión apostólica nos impulsa con el ardor de san Pablo y a abrirnos a la colaboración con la Familia Paulina, con la Iglesia local y con las otras estructuras de comunicación. Estamos presentes en la radio nacional y en las radios católicas con programas sobre el Evangelio, la mujer y la juventud. Hay que subrayar con gratitud, que el aporte de nuestros colaboradores y cooperadores es muy activo en este campo. El nacimiento reciente de la R.T.C.E. (Radio Televisión Católica Elikya) nos ofreció la oportunidad de estar presente también en la televisión católica.
Un porvenir prometedor…
La conciencia de nuestro carisma en su expresión apostólica nos impulsa con el ardor de san Pablo y a abrirnos a la colaboración con la Familia Paulina, con la Iglesia local y con las otras estructuras de comunicación. Estamos presentes en la radio nacional y en las radios católicas con programas sobre el Evangelio, la mujer y la juventud. Hay que subrayar con gratitud, que el aporte de nuestros colaboradores y cooperadores es muy activo en este campo. El nacimiento reciente de la R.T.C.E. (Radio Televisión Católica Elikya) nos ofreció la oportunidad de estar presente también en la televisión católica.
Un porvenir prometedor…
Nuestra esperanza está en las jóvenes vocaciones que el Señor nos manda. Cierto, nuestras hermanas encargadas de la pastoral vocacional deberían estar más libres para este “apostolado de los apostolados”, pero somos pocas... Nuestro futuro reposa también en la presencia de los laicos cooperadores y colaboradores, una realidad cada vez más presente en la Delegación.
Caminamos en el sendero justo, abierto por el 9° Capítulo general, trabajando sobre la calidad de las relaciones, asimilando y encarnando la Palabra de Dios en nuestra vida para aprender una auténtica comunicación con Dios. En nuestra entrega cotidiana, reavivamos la pasión por Cristo y por la humanidad. El discernimiento es asumido en la vida cotidiana como camino para entrar en el designio de Dios para cada una de nosotras y como medio para leer los signos de los tiempos
¿Cuál es su sueño para el futuro?
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