sábado, 29 de mayo de 2010

El dogma de la Santísima Trinidad

La Trinidad es una. No confesamos tres dioses sino un solo Dios en tres personas: "la Trinidad consubstancial" (Cc. Constantinopla II, año 553: DS 421). Las personas divinas no se reparten la única divinidad, sino que cada una de ellas es enteramente Dios: "El Padre es lo mismo que es el Hijo, el Hijo lo mismo que es el Padre, el Padre y el Hijo lo mismo que el Espíritu Santo, es decir, un solo Dios por naturaleza" (Cc. de Toledo XI, año 675: DS 530). "Cada una de las tres personas es esta realidad, es decir, la substancia, la esencia o la naturaleza divina" (Cc. de Letrán IV, año 1215: DS 804).

Las personas divinas son realmente distintas entre si. "Dios es único pero no solitario" (Fides Damasi: DS 71). "Padre", "Hijo", Espíritu Santo" no son simplemente nombres que designan modalidades del ser divino, pues son realmente distintos entre sí: "El que es el Hijo no es el Padre, y el que es el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo el que es el Padre o el Hijo" (Cc. de Toledo XI, año 675: DS 530). Son distintos entre sí por sus relaciones de origen: "El Padre es quien engendra, el Hijo quien es engendrado, y el Espíritu Santo es quien procede" (Cc. Letrán IV, año 1215: DS 804). La Unidad divina es Trina.

Las personas divinas son relativas unas a otras. La distinción real de las personas entre sí, porque no divide la unidad divina, reside únicamente en las relaciones que las refieren unas a otras: "En los nombres relativos de las personas, el Padre es referido al Hijo, el Hijo lo es al Padre, el Espíritu Santo lo es a los dos; sin embargo, cuando se habla de estas tres personas considerando las relaciones se cree en una sola naturaleza o substancia" (Cc. de Toledo XI, año 675: DS 528). En efecto, "todo es uno (en ellos) donde no existe oposición de relación" (Cc. de Florencia, año 1442: DS 1330). "A causa de esta unidad, el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo; el Hijo está todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo; el Espíritu Santo está todo en el Padre, todo en el Hijo" (Cc. de Florencia 1442: DS 1331).

A los catecúmenos de Constantinopla, S. Gregorio Nacianceno, llamado también "el Teólogo", confía este resumen de la fe trinitaria:

Ante todo, guardadme este buen depósito, por el cual vivo y combato, con el cual quiero morir, que me hace soportar todos los males y despreciar todos los placeres: quiero decir la profesión de fe en el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Os la confío hoy. Por ella os introduciré dentro de poco en el agua y os sacaré de ella. Os la doy como compañera y patrona de toda vuestra vida. Os doy una sola Divinidad y Poder, que existe Una en los Tres, y contiene los Tres de una manera distinta. Divinidad sin distinción de substancia o de naturaleza, sin grado superior que eleve o grado inferior que abaje...Es la infinita connaturalidad de tres infinitos. Cada uno, considerado en sí mismo, es Dios todo entero... Dios los Tres considerados en conjunto... No he comenzado a pensar en la Unidad cuando ya la Trinidad me baña con su esplendor. No he comenzado a pensar en la Trinidad cuando ya la unidad me posee de nuevo...(0r. 40,41: PG 36,417).


sábado, 22 de mayo de 2010

Colocar los dones al servicio de la comunidad

Dios ha hecho de cada ser humano una persona muy especial. Otorgándole talentos, virtudes, fortalezas y privilegios. Pero todavía hay más: Dios le ha otorgado al ser humano dones espirituales.

Mediante el Espíritu Santo nos fueron dadas habilidades sobrenaturales, con la finalidad de edificarnos unos a otros, siempre en relación con los otros y en la Iglesia y con la iglesia y en el servicio de ella, en ella y para ella.
Estos dones son distribuidos por medio del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, y el calificativo de “espirituales” es una indicación de que la persona de la trinidad que más está relacionada con la distribución y el ejercicio de los dones es precisamente el Espíritu Santo.

Todo creyente puede recibir estos dones, para servirnos unos a otros y para edificarnos unos a otros, para que dios sea alabado.

Descubrimos estos dones en nosotros a través de la lectura de la Biblia, y al involucrarnos en el servicio, ya que el propósito primordial de los dones es para servir en el contexto de la iglesia. Hemos recibido dones para beneficiar a la iglesia con nuestro servicio.

Los dones son para servir al cuerpo unido, no para separar a ese cuerpo. El énfasis de los dones está en la función servicial con que los miembros se atienden unos a otros, su propósito no fue individualista, sino comunitario, de ayuda mutua, de servicio al cuerpo de cristo, beneficiando permanentemente a la iglesia con nuestro servicio.

En nuestro contexto latinoamericano hay por un lado, más interés en los dones espectaculares, y por el otro, anhelo de poseer los dones públicos, como los de predicación, enseñanza, evangelismo o administración. Pocos hermanos desean los dones de servicio.

Puesto que todos hemos recibido dones, es preciso que nos consagremos como siervos. Ya hemos sido “ungidos” por el padre; ya nos consagró para el servicio. Desde el principio, ¡cuando creímos, y fuimos liberados de nuestro antiguo amo, el pecado!

Presentemos nuestro ser entero al servicio de Cristo, continuamente, dejando que Dios nos transforme. Dejando la mentalidad y la forma del mundo, adquiriendo la mentalidad y la forma del Cristo. De esta manera podremos comprobar la voluntad de Dios. Nada es mejor que la voluntad de dios.

No debemos desviarnos de la verdadera razón de ser de los dones: servir al cuerpo de Cristo y más allá. Puesto que hemos recibido dones para beneficiar permanentemente a la iglesia, dediquémonos siempre a servir: sirve hoy mismo. Usa tus dones para hacer feliz a otros.



Fuente: La obra del Espíritu Santo en la vida del cristiano.

sábado, 15 de mayo de 2010

La Vida Paulina como don del Espíritu.

Cada comunidad debe, reflejar en su ser y en su actuar la vida de la Trinidad, pues de la cristología trinitaria de donde la parte la vida de comunión que debe reflejarse en la comunidad religiosa.

a) De la vida de amor en sentido vertical y horizontal, buscando el bien del otro como el Padre para el Hijo.

b) ser palabra de Dios y transparencia suya como el Hijo, de esta manera el individuo pueda encontrar en la comunidad el lugar adecuado para co–edificar y madurar espiritual y apostólicamente.

c) Viviendo en comunión con Dios y caminando en su Espíritu, estaremos en comunión con los hermanos.La espiritualidad Paulina debe ser vivida a partir de Jesucristo comino, verdad y vida. De esta manera es como Jesús se hace contemporáneo. Entrando Cristo en la dinámica de la historia, pues el problema de la contemporaneidad de Cristo no es otro que el de salvar lo que se encuentra en “foso”, y que nos separa de Cristo.

¿Cómo lograr que Cristo, sea hoy el Maestro, el camino, la verdad y la vida, aquel que vive en mi?

¿De qué manera actualizar hoy la expresión Paulina: “Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quién vive en mi”?

a) El Espíritu sopla donde quiere. Pero existen unos lugares privilegiados donde Jesús se hace para nosotros Verdad: la Palabra de Dios como la trasmite la Iglesia.

b) La acción del Espíritu no es controlable. Sin embargo, hay unos lugares privilegiados en los que el Espíritu hace presente, contemporáneo del hombre, a Jesús libre y liberador, Camino hacia el Padre: la comunidad de salvación, la Iglesia.

c) El Espíritu puede suscitar formas continuamente nuevas para hacer contemporáneo a Cristo Vida y comunicador de vida. Dos lugares privilegiados en los que el Señor vivo y vivificador se hace presente en nuestro hoy son: los sacramentos de la Iglesia y la experiencia del dolor humano.

Sólo por Cristo, vamos en el espíritu al Padre y sólo por él el Padre viene en el Espíritu a nosotros. Sólo en clave trinitaria logrará la Familia Paulina encontrar su identidad.

Actualizar y realizar este mensaje en el presente de la historia y lograr que Cristo sea hoy, en nuestro presente, nuestra experiencia, es decir, el camino, la verdad y la vida, asentarse totalmente en Jesús Camino, nuestra voluntad, Verdad, nuestra mente, y Vida, nuestro sentimiento, y conseguir que el hombre de nuestros días pueda vivir la experiencia de Cristo; lograr que el “foso” de los siglos pueda superarse de tal manera que Quien estuvo vivo y se volvió a aparecer vivo a nuestros padres en la fe siga siendo para nosotros el Señor vivo de nuestra vida, pues el verdadero drama del hombre moderno radica en la dificultad de vivir la experiencia de Cristo camino, verdad y vida.

sábado, 8 de mayo de 2010

Jornada mundial de las comunicaciones sociales y la Ascensión del Señor

El tema de la jornada de las comunicaciones sociales de este año 2010 es «El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra»

La tarea primaria no solo del sacerdote, sino también de los religios@s y de los miembros de pastoral anunciar a Cristo. La Iglesia, por el mandato de Jesús Resucitado, debe tratar de evangelizar a todo hombre, ambiente y cultura. Por ello es parte de su misión servirse de estos medios de comunicación social para llevar el Mensaje Salvador de Jesús. En la actualidad se abren ante nuestros ojos nuevas y modernas posibilidades de realizar su particular servicio a la Palabra y de la Palabra

El mundo digital, nos ofrece una capacidad de expresión casi ilimitada, abre importantes perspectivas y actualiza la exhortación paulina: «¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!» (1 Co 9,16). La difusión y la responsabilidad del anuncio no solamente aumentan, sino que se hace más urgente y reclama un compromiso más intenso y eficaz. Esta es una «nueva historia», porque en la medida en que estas nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas, y cuanto más se amplíen las fronteras del mundo digital, tanto más se verá llamado a ocuparse pastoralmente de este campo, multiplicando su esfuerzo para poner dichos medios al servicio de la Palabra.

Es nuestro deber no solo anunciar el Evangelio valiéndose no sólo de los medios tradicionales, sino también de los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales (foto, vídeo, animaciones, blogs, sitios Web).

Es preciso ayudar a las personas de hoy a descubrir el rostro de Cristo a través de estos medios. En el contacto con el mundo digital, se debe trasparentar, más que la mano de un simple usuario de los medios, el corazón de consagrado que da alma no sólo al compromiso pastoral que le es propio, sino al continuo flujo comunicativo de la «red».

Quien trabaja como consagrado en los medios, tiene la tarea de allanar el camino a nuevos encuentros, asegurando siempre la calidad del contacto humano y la atención a las personas y a sus auténticas necesidades espirituales. La pastoral en el mundo digital está llamada a tener en cuenta también a quienes no creen y desconfían, pero que llevan en el corazón los deseos de absoluto y de verdades perennes, pues esos medios permiten entrar en contacto con creyentes de cualquier religión, con no creyentes y con personas de todas las culturas.

Los nuevos medios, por tanto, ofrecen sobre todo a los evangelizadores perspectivas pastorales siempre nuevas y sin fronteras, que los invitan a valorar la dimensión universal de la Iglesia para una comunión amplia y concreta; a ser testigos en el mundo actual de la vida renovada que surge de la escucha del Evangelio de Jesús, el Hijo eterno que ha habitado entre nosotros para salvarnos.

sábado, 1 de mayo de 2010

“La vocación de San José, una vocación a imitar en la vida Paulina”

Existe una relación muy particular entre san José y la Familia Paulina. Como san José, realizamos un trabajo fatigoso, para cooperar en la implementación del Reino de Dios; en medio de un apostolado amplio, moderno, satisfactorio. Pasando gran parte de nuestra vida al lado del Sagrario, como san José al lado de Jesús,

Nuestra vocación a la santidad, así como la vocación a la santidad de todo cristiano alcanzó su plenitud en María y en José, porque en ellos el amor de Dios logró unificar sus vidas a la perfección, es decir, integró armoniosamente todos sus actos.

San José descubrió a Jesús en el Templo y, sobre todo, captó la grandeza de la vocación de miles de jóvenes que, como Él, deberían dejarlo todo –también a la familia– para imitar al Redentor. San José se entregó a Dios y también defendió y cuidó la vocación de Cristo. Hoy sigue cuidando y velando para que haya vocaciones en la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo. La religiosa Paulina está llamada también a cuidar y velar no solo de la propia vocación, sino también a orar por las vocaciones en la iglesia.

San José es modelo a seguir de la religiosa Paulina:

Modelo de docilidad. Siendo instrumento dócil en las manos del Padre celestial a la hora de disponer todo lo necesario para el nacimiento, la infancia de Jesús.

Modelo de vida interior y de trabajador. Amando y trabajando en silencio, cumpliendo fielmente con todos los deberes religiosos y sociales y sometiéndote con absoluta docilidad a la voluntad de Dios

Modelo de comunicación. Manteniendo una profunda comunicación con Jesús durante su infancia y juventud en Belén, en Egipto, en Nazaret.

Modelo de devoción a nuestra tierna madre, maestra y reina.

Algunas citas del Padre Santiago Alberione acerca de San José:

“San José fue el Santo del silencio, del trabajo y de la docilidad… no se daba a ver, pero su misión fue preparar para el mundo al Sacerdote, al Maestro, a la Hostia de reparación; en suma, la gran obra”

“San José es el modelo de las almas adoradoras: siguiendo su ejemplo, seamos fieles compañeros del Sagrario”

“San José es protector de la Iglesia Universal…Ejemplo de castidad, de fe, de humildad, de trabajo, de paciencia, de justicia para cada uno: José que era justo. Es protector de todos. Es intercesor para cada gracia. Es modelo para cada virtud.”


Tomado de : Fuentes Paulinas y http://esposoypadre.blogspot.com

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Estudiante de Lic. en Administración de Empresas en la Mención de Informática de la UNESR. Lider del departamento de Atención al Cliente de Tecnología Cima 24, CA. Amante de las carreras, la natación y el Mar.