
De hecho, toda la Sagrada Escritura nos habla de las continuas venidas de Dios en la historia de los hombres. Venidas que en Jesús de Nazaret encuentran su pleno cumplimiento. Dios, en Jesús se hace eternamente peregrino por los caminos del mundo para seguir golpeando en la puerta de nuestro corazón. Pero “para nosotros” ¿quién es aquel que “viene”? (en greco el verbo venir está en presente y no en futuro).


El evangelista Mateo con el imperativo “Estén atentos” (en greco “sigan estando preparados”) del capítulo 24 nos lleva directamente a la pasión del Señor Jesús. Pero ¿por qué? ¿No estamos yendo hacia la Navidad? Tiempo de nacimiento, de fiesta, de alegría, de regalos? ¡Cierto! ¡En efecto! Estamos llamados a la alegría más profunda porque Aquel que viene es el Señor Jesús, que ha nacido un día en “Belén” (en hebraico casa del pan), ha aprendido a partir el pan de su vida pagando sobre la cruz del rechazo y del odio la suma más alta del amor. Jesús se ha preparado toda la vida para “estar pronto” a abrir definitivamente al mundo la puerta al Dios que viene.
Fuente: www.paoline.org
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