sábado, 6 de noviembre de 2010

Perdónanos como perdonamos

El perdón es el medio para reparar lo que está roto. Coge nuestro corazón roto y lo repara. Coge nuestro corazón atrapado y lo libera. Coge nuestro corazón manchado por la vergüenza y la culpa y lo devuelve a su estado inmaculado.

El perdón restablece en nuestro corazón la inocencia que conocimos en otro tiempo, una inocencia que nos permite la libertad de amar.

Perdonar no es justificar comportamientos negativos o improcedentes sean propios o ajenos. El maltrato, la violencia, la agresión y la deshonestidad son algunos de los comportamientos que pueden ser totalmente inaceptables.

El motivo más obvio para perdonar es liberarnos de los efectos debilitadores de la rabia y el rencor crónicos. Al parecer estas dos emociones son las que más convierten el perdón en un desafío, a la vez que en una grata posibilidad para quien desee una paz mayor.

De hecho la palabra resentimiento, viene de re-sentir – es decir – volver a sentir intensamente una y otra vez. Cuando estamos resentidos, sentimos con intensidad el dolor del pasado una y otra vez. Esto –sin duda- no sólo tiene un efecto lamentable en nuestro bienestar emocional, sino también repercute negativamente en nuestro bienestar físico.

El perdón es muchas cosas: es una decisión, una actitud, un proceso y una forma de vida. Es algo que ofrecemos a otras personas y algo que aceptamos para nosotros.

"Confiésense uno a otros su pecados y oren por otros para ser sanados" (Stg 5, 16)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Estudiante de Lic. en Administración de Empresas en la Mención de Informática de la UNESR. Lider del departamento de Atención al Cliente de Tecnología Cima 24, CA. Amante de las carreras, la natación y el Mar.