Para mi oración
PERFUME ES TU NOMBRE
(Del Cantar de los Cantares)
Perfume que se expande es tu nombre:
por esto te aman las doncellas.
¡Llévame contigo, corramos!
Condúceme, rey mío a tus alcobas,
para alegrarnos y gozar contigo.
Mientras el Rey está sentado en su sofá,
mi nardo exhala su perfume.
Mi amado es para mí una bolsita de mirra…
¡Qué hermoso eres amado mío, que encantador!
¡Levántate, amada mía, preciosa mía y ven!
Que ya ha pasado el invierno,
han cesado las lluvias y se han ido.
Las flores aparecen en el campo.
Ha llegado el tiempo de la poda,
Ya se oye en nuestra tierra el arrullo de la tórtola».
Para mi reflexión
PERFUME ES TU NOMBRE
Estamos en Betania, en casa de Simón, y un aire de fiesta envuelve al invitado especial que está
por entregarse totalmente al mondo como pan partido y vino vertido. Un almuerzo donde la incomprensión y el juicio serpentean en las miradas manipuladoras de aquellos que se detienen en las apariencias reductivas. Un cambio inusual, debido a una mujer anónima. En medio de tantos hombres, ella es la única que se acerca a Jesús con coraje y temor, sorprendiendo a todos.
PERFUME ES TU NOMBRE
(Del Cantar de los Cantares)
Perfume que se expande es tu nombre:
por esto te aman las doncellas.
¡Llévame contigo, corramos!
Condúceme, rey mío a tus alcobas,
para alegrarnos y gozar contigo.
Mientras el Rey está sentado en su sofá,
mi nardo exhala su perfume.
Mi amado es para mí una bolsita de mirra…
¡Qué hermoso eres amado mío, que encantador!
¡Levántate, amada mía, preciosa mía y ven!
Que ya ha pasado el invierno,
han cesado las lluvias y se han ido.
Las flores aparecen en el campo.
Ha llegado el tiempo de la poda,
Ya se oye en nuestra tierra el arrullo de la tórtola».
Para mi reflexión
PERFUME ES TU NOMBRE
Estamos en Betania, en casa de Simón, y un aire de fiesta envuelve al invitado especial que está
por entregarse totalmente al mondo como pan partido y vino vertido. Un almuerzo donde la incomprensión y el juicio serpentean en las miradas manipuladoras de aquellos que se detienen en las apariencias reductivas. Un cambio inusual, debido a una mujer anónima. En medio de tantos hombres, ella es la única que se acerca a Jesús con coraje y temor, sorprendiendo a todos.
Vierte sobre la cabeza Maestro todo el ungüento de un vaso de alabastro, con nardo puro, de una cantidad correspondiente al salario anual de un alto dignatario de la corte. Por el momento se trata de un gesto inoportuno y excesivo, por el gran desperdicio y molestia a los comensales.
El perfume no es algo esencial para la vida cotidiana, como podría ser la comida, pero para aquella mujer es una exigencia del amor, el signo de que Jesús es su “todo” y que por él está dispuesta a todo. La intuición amante de una mujer logra escapar a los razonamiento áridos y controlados del pensamiento calculador y logra también arrancar de la boca del mismo Jesús una
frase jamás escuchada antes: «Ha hecho una obra bella hacia mi» (en greco: kalòn érgon). Esta mujer, además de hacer una obra bella, es también la única, que por propia iniciativa hace algo por Jesús. ¡En Betania, el Amor es recambiado, no eliminado!
El perfume no es algo esencial para la vida cotidiana, como podría ser la comida, pero para aquella mujer es una exigencia del amor, el signo de que Jesús es su “todo” y que por él está dispuesta a todo. La intuición amante de una mujer logra escapar a los razonamiento áridos y controlados del pensamiento calculador y logra también arrancar de la boca del mismo Jesús una
frase jamás escuchada antes: «Ha hecho una obra bella hacia mi» (en greco: kalòn érgon). Esta mujer, además de hacer una obra bella, es también la única, que por propia iniciativa hace algo por Jesús. ¡En Betania, el Amor es recambiado, no eliminado!
Fuete: www.paoline.org
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