Rediseñación, jornada conclusiva del 25 de enero

En la espléndida Basílica de San Pablo celebramos hoy las Vísperas de la Conversión de San Pablo, junto al Santo Padre y a una multitud fervorosa. Nos conmovió la fe de la gente y el sentido de Iglesia que se respiraba, y escuchar la antífona que nos es tan querida: Sancte Paule Apostole, predicator veritas et doctor gentium, intercede pro nobis!, cantada en el solemne y sobrio gregoriano de los monjes benedictinos. Una vez más nuestro Padre se ha hecho más cercano a nosotros.

Esta fue la clausura de nuestra Asamblea. En la mañana, recibiendo el Proyecto para la rediseñación de las presencias, titulado Dónde nos conduce el Señor, Sor M. Antonieta agradeció a Dios porque fuimos conducidas por Él en un camino abierto, el camino “justo”, que trataremos de recorrer con alegría. Terminó diciendo que nuestra tarea ha sido fecundada de bendiciones. Ahora estamos mirando hacia el mismo horizonte, que encerrará también fatigas, incertezas, oscuridades. Pero todas queremos empujar el carro en la misma dirección, teniendo en nosotras los sentimientos de Cristo, como dice Pablo, desarrollando una reciprocidad de benevolencia y de amor entre nosotras.

Pablo, guía de nuestro camino, nos invita a la conversión continua, “para seguir dilatando el corazón a las necesidades de la humanidad, sin quedar atadas al pasado, a los esquemas mentales, a las praxis consolidadas”.

Sor M. Antonieta sugiere también un camino “con poco peso y paso ligero, mirando lejos”. En la “mochila” llevaremos la Palabra de Dios, luz y vigor para el discernimiento; nuestra actitud será la escucha de la voz del Espíritu y la escucha del grito de la humanidad herida por sufrimientos físicos, morales y espirituales.

El Proyecto para la rediseñación, concluyó la superiora general, generará otros procesos e involu-crará a todas las hermanas en un dinamismo de renovación y de crecimiento. Tenemos confianza en los “frutos ” del Espíritu.